CHILE CAMINO AL RECAMBIO

Por Jonathan Cepeda.
Edición: Gerardo Contreras
Con nuestra selección fuera de la Copa del Mundo de Rusia y con una más dudas que certezas, con un camarín quebrado y desencantado, las interrogantes sobre el futuro en las nóminas de los miembros generación dorada del fútbol nacional y su posible continuidad de cara a la Copa América Brasil 2019 y las clasificatorias a Qatar 2022, el desafío de la ANFP era gigante: conseguir un técnico que gozara de experiencia y jerarquía, y por sobre todo que hospedara las ganas de tomar las riendas de un camarín desgastado y dolido. Dentro de varios candidatos, los dirigentes se decantaron por don Reinaldo Rueda Rivera.
El colombiano tiene una vasta experiencia en selecciones, como por ejemplo, Ecuador, Honduras, Colombia (con los dos primeros llegó a un mundial) y en clubes como Flamengo de Brasil, Atlético Nacional de Colombia (donde logró el título del mejor entrenador de América y campeón de la Copa Libertadores), lo que sin duda llamó la atención en los miembros de la ANFP, sumado a su facilidad para armar camarines competitivos y con buen ambiente.
Rueda fue presentado oficialmente como el nuevo entrenador de la Selección de Chile el 19 de enero del 2018 y los trabajos comenzaron de manera instantánea: viajó a conversar con los referentes del plantel y posibles nominados. Europa y México fueron destinos obligados del estratega, sin perder de vista a quienes militan en nuestra liga, con quienes trabajo en Juan Pinto Durán por algunos días, en los denominados microciclos. Se notó la mano técnica con un fin claro: retomar el rumbo y el estilo de esta selección, sumado al recambio que tan difícil se veía en el horizonte.
Hoy, pasado un poco mas de dos meses desde su presentación, ya podemos hablar sobre la forma y el fondo que quiere darle Rueda a este nuevo proceso de la selección, con caras nuevas y otras no tanto, en su primera convocatoria para enfrentar la fecha doble FIFA donde Chile enfrento a Suecia (0-1) y Dinamarca (0-0) respectivamente, sacando buenos dividendos y comenzando a generar nuevas ilusiones.
Mas allá de los resultados obtenidos en los marcadores de ambos encuentros, la escuadra nacional mostro una fórmula conocida pero olvidada: la presión intensa. En todo momento y cada parte del campo de juego el cuadro de Rueda asfixió por muchos pasajes a sus rivales, logrando recuperar rápidamente el balón, impidiendo que el rival se diera el tiempo de pensar en como y por donde atacar. Otra de las buenas lecciones que podemos obtener es la versatilidad que quiere el técnico para su equipo, donde algunos jugadores pueden cumplir varias funciones durante los noventa minutos o directamente en posiciones no acostumbradas a desempeñar.
Punto aparte es el tiempo de juego que Reinaldo Rueda comienza a darle en el campo de juego a muchachos como Sagal, Maripan, Lichnovsky, Bolados y Valdés por nombrar algunos. El adiestrador no muestra que existen posibilidades de nombres para el reemplazo natural que se debe dar al plantel, jugadores con hambre de juego y ganas de mostrar sus condiciones para seguir siendo considerados por el técnico.
Se se debe seguir trabajando para lograr los dividendos esperados, como por ejemplo en buscar las fórmulas para lograr concretar el dominio que por momentos impone Chile en la tenencia del balón o conseguir la naturalidad en los movimientos de algunos jugadores y asociar mejor el trabajo de los mediocampistas con los delanteros, pero que sin duda son cosas que con trabajo debieran llegar sin problemas.
En el resumen de esta fecha doble para nuestra Selección son mayores las cosas buenas que podemos obtener, tanto en lo táctico y futbolístico como en lo anímico psicológico. Comenzamos a llenar el vaso de ilusiones, nuevamente un grupo de jugadores nos hace sentir y creer que las alegrías para nuestro futbol no se han terminado y que el recambio de a poco va tomando forma con don Reinaldo Rueda.